Muy cerca de Bilbao y a la vez tan lejos; Karrantza
¿Porque lejos? porque cuando llegas a este territorio parece que has entrado en una maquina del tiempo y transportado unas décadas atrás.
Este maravilloso valle nos ofrece vistas impresionantes y una tranquilidad infinita pero además de su belleza natural del exterior, encierra en sus entrañas un mundo subterráneo con unas características únicas. En su interior se han formado cavidades subterráneas de gran valor natural, por lo que configuran este lugar como uno de los complejos cársticos más importantes desde el punto de vista geológico, geomorfológico, arqueológico, espeleológico e hidrológico del continente. Cada una de estas cavidades nos hacen disfrutar de aspectos diferentes, unas veces en forma de arte rupestre como en Venta Laperra y El Rincón, otras con restos paleontológicos y colonias de murciélagos como en Santa Isabel y, en todas ellas, con las caprichosas formaciones que la naturaleza ha ido esculpiendo a lo largo de los siglos sobre todo en Pozalagua y la torca de El Carlista.
Para los amantes de las rutas dejare un enlace que puede ser de gran ayuda.
Entre tanta belleza encontramos la cueva de Pozalagua situada en las Peñas de Ranero, dentro del Parque Natural de Armañon, en el municipio Carranza.
La cueva fue descubierta fortuitamente el 28 de diciembre de 1957 tras la voladura en la cantera de dolomía que la empresa Dolomitas del Norte S.A. había comenzado a explotar un año antes en las Peñas de Ranero, concesión que se mantuvo hasta 1976.
En cuanto a su fauna Pozalagua cuenta con la presencia de dos especies únicas a nivel mundial, un isópodo y un colémbolo endémicos que habitan en la cavidad y su tamaño no excede de unos pocos milímetros.
El recorrido prosigue entre formaciones de columnas y coladas de proporciones variadas y tras atravesar un lago desecado por acción de las voladuras de la cantera, se llega a la sala Versalles donde pueden contemplarse la mayor proliferación de excéntricas de la cueva. La visita finaliza en un mirador que se ha acondicionado en el interior de la cavidad y desde donde se visualiza la gran sala que conforma la cueva y permite contemplar en todo su esplendor la grandiosidad y belleza que ofrece este rincón del subsuelo de Carranza.
El recorrido prosigue entre formaciones de columnas y coladas de proporciones variadas y tras atravesar un lago desecado por acción de las voladuras de la cantera, se llega a la sala Versalles donde pueden contemplarse la mayor proliferación de excéntricas de la cueva. La visita finaliza en un mirador que se ha acondicionado en el interior de la cavidad y desde donde se visualiza la gran sala que conforma la cueva y permite contemplar en todo su esplendor la grandiosidad y belleza que ofrece este rincón del subsuelo de Carranza.
No hay comentarios:
Publicar un comentario